jueves, 16 de octubre de 2008

Los límites de mi mundo...

LOS LÍMITES DE MI LENGUAJE SIFNIFICAN LOS LÍMITES DE MI MUNDO
El mito de Babel, la ampliación sin fin de los límites del mundo en abundancia de códigos para comprender la variedad y la diversidad riquísima de las formas culturales de percepción del espacio real y del espacio imaginario, se consideró un castigo...
George Steiner ha señalado que «Babel fue todo lo contrario de una maldición», ya que «el cuerno de la abundancia de las lenguas derramada sobre la especie humana constituía una bendición sin fin». Y ¿nosotros qué...? Opinamos como Steiner, y por lo tanto defendemos este rico patrimonio humano... (cada día mueren lenguas, de tradición oral, que se llevan consigo el acerbo de toda una cultura, mueren con el último hablante, o con el primer olvido ...) o por el contrario ¿vamos a un anglocentrismo lingüístico que va dejando en la cuneta toda suerte de valor cultural que no lleve aparejado el modo de ver el mundo y de explicarlo norteamericano? Ya Rubén Darío intuía hace más de un siglo en su poema Los cisnes: ¿Seremos entregados a los bárbaros fieros? // ¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?// ¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros? //¿Callaremos ahora para llorar después?
Mi reflexión va lanzada hoy con la forma interrogante de la discusión no baladí de la necesidad de avivar el debate sobre el plurilingüismo y la interculturalidad en la escuela. Y no es interrogante porque evite tomar postura... me consuela pensar que vamos apoyando teóricamente desde el Consejo de Europa, la Unión Europea, la legislación educativa española, y el impulso decidido a favor de la mejora de la competencia comunicativa en la lengua materna y, al menos, dos lenguas extranjeras.
Mucho se ha hecho, pero no suenan, como debieran los tambores de la gloria.
Tras una tradición paupérrima de este país (no tan mala, por cierto, como en el caso de los países de lengua inglesa, que son monolingües) y un retraso secular en la formación lingüística en general, y en particular, por lo que lenguas extranjeras se refiere, pretendemos cambiar todo de un plumazo y sin ningún coste...
Vamos a ganarnos de nuevo al profesorado, puesto que al alumnado y a las familias ya los tenemos convencidos. Y déjemonos de tibiezas... se apoya o no, con cuantas medidas sean necesarias, y aún en tiempos de crisis... porque esto es como invertir en I+D+I pero en aplicando esas siglas a la educación... incentivos y desarrollo profesional para lograr innovación.
Las oportunidades no podemos ni debemos dejarlas escapar o la historia nos seguirá juzgando. Y nuestros hijos, nuestros alumnos, lamentándose.
Queda ahí mi silencio otoñal...